En este artículo te contamos cómo reducir tu huella de carbono gracias a la energía solar.
En un mundo donde los límites de emisiones de carbono son cada vez más estrictos, las tecnologías de energía solar se destacan como una de las formas más limpias de generación de electricidad. La energía solar no solo es una fuente renovable, sino que durante su ciclo de vida, su huella de carbono es considerablemente menor en comparación con los combustibles fósiles, lo que la convierte en una elección sostenible para reducir tu huella de carbono y sus consecuencias en el planeta.
La energía solar en la actualidad y su potencial futuro
Aunque la energía solar representa solo el 8 TWh de los más de 10,000 TWh de electricidad generada por los países de la OCDE, su crecimiento es imparable. Se espera que para el año 2040, estas tecnologías puedan proporcionar más del 30% del suministro de energía mundial. Entre las tecnologías solares, la energía fotovoltaica se destaca como el sector más popular y de mayor crecimiento.
Ventajas de la energía fotovoltaica
La energía fotovoltaica, que convierte directamente la luz solar en electricidad, es una de las tecnologías más prometedoras. Los sistemas fotovoltaicos, en particular los de silicio cristalino, tienen tasas de retorno energético de 1,5 a 2 años en el sur de Europa y de 2,7 a 3,5 años en el centro de Europa. Comparado con las emisiones de dióxido de carbono de otras fuentes, la energía fotovoltaica tiene una huella de carbono actualmente entre 25 y 32 g/kWh, mucho menor que las centrales eléctricas de gas o carbón. Así que si quieres reducir tu huella de carbono, esta opción es para ti.
El desarrollo acelerado de las energías renovables y el aumento de la eficiencia energética, hacen posible obtener más del 90% de la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO₂).
Crecimiento y competitividad del sector fotovoltaico
El sector fotovoltaico ha experimentado un crecimiento excepcional, con un aumento promedio del 40% en los últimos ocho años. Actualmente, la tecnología fotovoltaica es competitiva en todos los segmentos del mercado, especialmente en aplicaciones de conexión a la red. Países líderes como Alemania, Japón y Estados Unidos han implementado programas de apoyo, reduciendo los costos y fomentando la inversión en automatización y eficiencia de fabricación.
Perspectivas de precio y rentabilidad futura para reducir la huella de carbono
Los precios de los módulos de energía solar han experimentado una disminución significativa debido a la «curva de experiencia». Y se espera que los sistemas fotovoltaicos sigan abaratándose. Esto hace que la energía solar sea cada vez más rentable frente a los precios minoristas de electricidad en muchos países desarrollados.
El grado de despliegue de los sistemas solares FV instalados en los tejados ha aumentado considerablemente en los últimos años debido, esto se debe en parte a políticas de apoyo, como la medición neta o incentivos fiscales, que en algunos mercados hacen que la energía solar FV resulte más atractiva económicamente.
Contribución de la energía solar a la sostenibilidad
La tecnología fotovoltaica tiene el potencial de ser una fuente principal de energía con bajas emisiones de carbono. Este crecimiento constante contribuye a reemplazar la producción de centrales de carbón y evitar la emisión de millones de toneladas de CO2 anualmente.
La huella de carbono, medida de gases de efecto invernadero producidos por la actividad humana, se extiende a todos los aspectos de la vida. La instalación de placas solares es una manera efectiva de reducir esta huella. Al absorber la energía solar y convertirla en electricidad limpia, los sistemas fotovoltaicos no solo reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también ofrecen ahorros a largo plazo en las facturas de electricidad.
Además, al devolver la energía no utilizada a la red eléctrica, los sistemas solares contribuyen a reducir la cantidad de electricidad generada por combustibles fósiles a nivel regional. Esto no solo beneficia a nivel individual sino que también tiene un impacto positivo a nivel comunitario.
Conclusión
La inversión en sistemas fotovoltaicos no solo es una elección sostenible y respetuosa con el medio ambiente, sino que también es una estrategia económica a largo plazo. Reducir tu huella de carbono y contribuir a un futuro más sostenible es posible con la energía solar.
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